lunes, 29 de septiembre de 2008

Santos que molan

Es vox pópuli el hecho de que hay santos que molan y santos que no. Están por ejemplo los que matan dragones. Por lo visto hubo muchísimos de este estilo, aunque el más conocido es San Jorge, un caballero inglés que hincaba su lanza entre las escamas de esos animales mitológicos. San Jorge es por tanto un santo que mola.



Santos que no molan hay montones. Bilocarse, estigmatizarse, etc. Está bien, pero no es tan cool. Son clásicos, y por tanto se les tiene respeto en el mundillo, pero es que matar a un dragón es la leche.

Yo personalmente tengo cierta debilidad por otro santo de los que considero que realmente molan. Su nombre es Domingo García, más conocido como Santo Domingo de la Calzada. Pues bien, este hombre ha pasado a la historia y se ha ganado un lugar de honor en el santoral por uno de los milagros más molones. ¡El colega resucitó a una gallina después de asada! Para explicarlo gráficamente os muestro la secuencia de fotos típica de un anuncio del teletienda:

ANTES:



DESPUÉS:



Por supuesto es una dramatización. Pero parece ser que el hecho es que la gallina, mientras yacía en su platito despelucada y con el cuello roto, saltó y se puso a cantar cacareando a grito pelado para sorpresa de los comensales. No negaréis que mola el milagro.

Desconozco lo que pasó posteriormente con dicho animal. Pero para conmemorar el milagro que aconteció se muestran en la torre de la catedral un gallo y una gallina vivos. Esta práctica dura hasta nuestros días, y debe ser un gran honor para esos animales, que son cuidados con mimo y reemplazados diligentemente (imaginad lo mal que quedaría el santo si mostraran un gallo muerto).

Otro día hablaré de Atila y de su problema con los restaurantes de comida rápida.

1 comentario:

gabrielete dijo...

Se te ha olvidado un santo italiano al que le hacen birutas de su pene por que da fertilidad... Investiga que merece la pena...