miércoles, 7 de octubre de 2009

La Ciencia en España NO Necesita Tijeras...

Noticias frescas desde las altas esferas:

El gobierno español reducirá los gastos en I+D+i en un 17,7%.


La verdad es que no sé por qué la gente pone el grito en el cielo. Con lo bonito que es hacer las cosas como se hacían antes. Ahí tenéis multitud de edificios romanos aún en pie. Eso sí que era ingeniería. Y sin ordenadores.

Además los valores se están perdiendo: la abolición del botellón; los ligues por tuenti, facebook, meetic y similares; los blogs donde la gente escribe lo que le da la gana... ¿Dónde vamos a parar?

Propongo reducir los gastos destinados a Investigación y Desarrollo al 0% y hacer un ejercicio de memoria histórica como nunca se ha hecho. Cojamos palos y piedras y destrocemos las centrales eléctricas. Usemos nuestros móviles para jugar a los bolos. Volvamos a las cuevas y dejémonos barba.

Total, hay un montón de gente que ha visto todas las temporadas de Perdidos prestando muchísima atención y sabe qué es lo que hay que hacer en estas condiciones. Beber orina en ausencia de agua tampoco debe de ser tan malo.



Creo que esta gente del gobierno no tiene muy claro qué es eso de internet y esta iniciativa no valdrá para nada. Pero bueno, ahí está mi granito de arena.

martes, 30 de junio de 2009

Calcetines

La primera vez que vi Superman en la tele (la I, la de 1978) era muy pequeño. Un niño impresionable. Pero no fue que nuestro héroe volara, o que salvara al mundo, o que pudiera ver el color de la ropa interior de la protagonista... Lo que realmente me emocionó fue cuando Luthor, queriendo demostrar con sólidos argumentos lo asquerosamente rico que era, le contó a Superman que estrenaba un par de calcetines todos los días.


Eso sí que es una muestra de poder. Un par nuevo cada día. Además seguro que eran de los buenos. De esos que no hacen que te sude el pinrel. Os aseguro que es una de las razones por la que juego de vez en cuando a los Euromillones.

Así que ya sabéis, si queréis hacerme feliz podéis regalarme una caja de mil calcetines de algodón de distintos colores y grosores que me dure para unos tres años.

Gracias.

domingo, 10 de mayo de 2009

El cambio del borracho

Hola a todos. Hoy os voy a introducir en un concepto que para muchos de vosotros puede ser nuevo y para otros tan antiguo como la vida misma. Se trata del denominado Cambio del Borracho.

¿Qué es?

El Cambio del Borracho es un fenómeno que se da en muy variadas ocasiones, pero todas ellas con un nexo común: una intensa intoxicación etílica. Ocurre cuando el borracho (o borracha) se acerca a la barra para pedir algún tipo de bebida espirituosa. En este instante se percata de su borrachera y se da cuenta de que no es capaz de contar las monedas con las que va a pagar. Entonces, en un alarde de inteligencia, el borracho coge su cartera, comprueba la disponibilidad de billetes y, si cuenta con alguno, paga con él su copa confiando en que el camarero esté menos borracho que él mismo y sea capaz de darle la vuelta correctamente.

La técnica es buena. Es un hecho que funciona siempre y cuando dispongas de billetes dentro de la cartera. Y si el camarero no es demasiado poca vergüenza, puede hasta darte el cambio correcto. La verdad es que en estos casos cualquier cambio, aunque no sea del todo exacto, te suele valer.

¿Efectos secundarios?

Todo parece perfecto: el borracho obtiene su bebida; el camarero consigue su dinero en un tiempo aceptable; pero... tu bolsillo se va llenando poco a poco de monedas fruto de ese intercambio de billetes por alcohol.

¿Por qué me cuentas esto ahora?

Bien, os cuento esto porque el otro día decidí acabar con el enorme montón de ropa que había sobre una de las sillas de mi dormitorio. De entre decenas de camisetas, calcetines, sudaderas y demás ropa sucia, surgió un pantalón tintineante. El tintineo venía por una anormal concentración de monedas en uno de sus bolsillos. Las saqué una a una y este fue el resultado obtenido:



El auténtico y genuino Cambio del Borracho en estado puro. 23 monedas de euro, 4 de dos euros, y un poco de calderilla para completar un total de 31,70 euros en monedas. O es eso, o me puse a aparcar coches en una calle concurridísima y no me acuerdo.