miércoles, 30 de abril de 2008

Un tío importante

Soy sin duda un tío importante. Tengo a un grupo de ingenieros de google trabajando en exclusiva para mí. Si no os lo creéis mirad el mensajito que me acaba de salir al acceder a mi correo:



Lo próximo que les pediré será que me hagan la colada, el desayuno, los cócteles... Qué salaos estos de google.

lunes, 7 de abril de 2008

El tamaño importa

Sí chicos, que no os engañen. El tamaño importa. Me di cuenta de ello el otro día...

Estaba de camino a clases cuando de repente me entraron atroces ganas de ir al inodoro. Mi bocata de atún con roquefort pedía a gritos salir por mi culo en forma de oloroso manjar mierdil. Yo, que no me corto ni un pelo a la hora de cagar, fui corriendo al servicio de la primera planta del L2 (se dice que es el menos sucio de la facultad). Allí, tras forrar de papel higiénico la taza del váter, posé mi bello trasero. Ahí fue cuando me percaté de lo pequeñísimos que son los receptáculos de esos retretes. En comparación los de mi casa son una mansión, y esos, una casita de perro.

Está claro: el tamaño importa. No es lo mismo cagar en un retrete de señor que cagar en uno para niños. Así, cuando alguien os diga que no importa el tamaño del wc sino cómo lo cagues, que sepáis que os está intentando engañar de manera despreciable.

martes, 1 de abril de 2008

Mocos VS Dedos

Ayer, mientras degustaba un bocata de cochinito con mojo picón, pude ver como un hombre calvo se sacaba un moco descaradamente. No es algo en principio extraordinario, pero me hizo pensar. El tío usó el dedo gordo, y parece que la operación concluyó con éxito, porque después se miró el dedo observando al presunto moco.

La cuestión es que acto seguido probé con mi propio pulgar y... casi no cabía! Ese señor debía tener unos orificios nasales enormes (o quizás un dedo gordo contradictorio, por ser éste fino).

En mi afán por descubrir los misterios más profundos del universo decidí investigar qué dedo se adecuaba mejor a mi nariz. Sin duda el índice era el que más destreza mostraba. Pero el meñique, en conjunción con su uña correspondiente, podía acceder a lugares más recónditos.

Al final concluí que, como casi todo en esta vida, hay momentos en los que hay que introducirse el índice y otros el meñique. También aprendí que cada persona es un mundo, pues hay gente que puede usar el pulgar y gente que, por caprichos de la naturaleza, se tienen conformar con uno más pequeño.

Feto

Aquí nace el blog de Tontoculo que aportará su visión del universo a todo el que quiera acceder a tanta sabiduría (y a los pobres que lleguen perdidos, náufragos en la red de redes).

Saludos a todos.